Turistas que fotografían a exóticos pobres. No solo no es tan raro, sino que hay gente que hace tours a los barrios más marginales de la ciudad.
estética
Bella a su pesar
Aún no he encontrado a nadie que odie Istanbul. La aman los turistas, los turcos y todos los que, no siendo ni una cosa ni otra, nos encontramos en ella. Es posible que a veces critiquemos sus aglomeraciones, su suciedad o el ruido, pero aún así es imposible no mirarla con fascinación. Especialmente cuando la bruma del atardecer (o el humo del carbón, quién sabe) la va difuminando…