El autobús TATA Starbus Standard de las 18:30 arranca de Naggar dejando tras de sí una nube de polvo. En su interior viajan veintidós adultos, cinco niños y dos turistas. Con un ligero temblor, el vehículo emprende la primera cuesta. Curva a la derecha, cuatro baches, curva a la izquierda. La velocidad excede con mucho lo razonable para una carreterucha como aquella, pero sólo los turistas parecen darse cuenta. Pitido, curva, pitido insistente que indica al conductor del Honda City 1.5 gris metalizado que no tiene preferencia y debe echarse a un lado. El autobús sobrepasa al coche y una moto y comienza a descender sin hacer un uso adecuado de los frenos. Curva, frenada, acelerón, frenada. Una imagen de plástico del dios Shiva (our Lord Shiva) sonríe y parpadea desde el salpicadero. Pitido, pitido, pitido más largo hasta que el auto rickshaw le deja paso. Curva a la izquierda, bache, polvo, bache, pitido largo y mantenido al entrar en el núcleo urbano. Tres personas y un perro se echan a un lado, frenazo. Una mujer de rasgos orientales baja/sube un chaval de piel oscura. Antes de que la puerta se cierre, el autobús arranca esquivando una vaca y tres motos. Ascenso, acelerón, puente sobre río caudaloso. Frenazo violento que hace que uno de los turistas se estampe contra el asiento delantero. Bajada, bache. La rueda trasera acaricia el barranco. En el puente sobre el río Beas, un camión TATA LPT 1109 Turbo interrumpe el tráfico. Pitido, pitido, pitido, pitido largo e insistente, gritos por parte del conductor, pitido pitido, pitido, pitido. Complicadas maniobras que observan unos niños y una vaca. Cuando el camión se ha echado a un lado y el camino está por fin libre, acelerón que hace caer una mochila y tres bolsas. Puente, rotonda, pitidos, llegada al bus stand de Manali, apertura de puertas. Los pasajeros bajan y un niño se pone a vomitar. Antes de aparcar, el conductor del autobús mira el cronómetro de su teléfono móvil. 43′ 53″. Si no hubiera sido por el camión, habría podido batir el record.
Me recuerda a los viajes en bus en Kerala (cuando fui a la reserva de Periyar en autobús).
Al principio me dio miedo por la velocidad a la que íbamos por esos estrechos caminos de tierra bordeados de barrancos. Y luego me di cuenta de que el conductor había sobrevivido a muchos como éste (por su panza y edad) así que porque no a uno más?
Luego me di cuenta de otra cosa. Había 2 empresas y una salía a hacer la ruta 5 min. que la otra, así que si se quedaba un poco rezagada le adelantaba el bus de la otra compañía y le quitaba la «ventaja inicial». Por eso corrían que se las pelaban…
Jajaja qué buena entrada!
Me recuerda a los viajes en bus en Kerala (cuando fui a la reserva de Periyar en autobús).
Al principio me dio miedo por la velocidad a la que íbamos por esos estrechos caminos de tierra bordeados de barrancos. Y luego me di cuenta de que el conductor había sobrevivido a muchos como éste (por su panza y edad) así que porque no a uno más?
Luego me di cuenta de otra cosa. Había 2 empresas y una salía a hacer la ruta 5 min. que la otra, así que si se quedaba un poco rezagada le adelantaba el bus de la otra compañía y le quitaba la «ventaja inicial». Por eso corrían que se las pelaban…
A ver si me mandas alguna foto del viaje!
Un abrazo,
Juan