Todos sabemos que hay lugares en el mundo a los que los turistas acuden por la calidad de sus drogas: Holanda, Tailandia, Laos, La India, Marruecos… Parece incluso que en México se denomina así también a una especie de ‘turismo de la pobreza‘ que te permite visitar los lugares donde los narcotraficantes de vez en cuando se lían a tiros con la policía. Sin embargo, este post no va de ese tipo de Narcoturismo sino de la idea que tuvo el artista belga Francis Alÿs de visitar lugares turísticos bajo el efecto de diferentes drogas. Pero es casi mejor que transcriba la documentación de la acción que realizó en Copenhague durante mayo de 1996 (la traducción del inglés es mía)
NARCOTURISMO/KBH 5-11 MAYO 1996
Caminaré en la ciudad* durante siete días bajo los efectos de una droga** diferente cada día. Mi viaje será documentado a través de fotografías, notas y cualquier otro medio que considere relevante.
*el proyecto trata de estar físicamente presente en un lugar mientras se está mentalmente ausente.
**dosis: las drogas serán consumidas con el objetivo de mantener un efecto continuo durante 14 horas al día.
5 de Mayo……………………………………… Licores (1)
6 de Mayo……………………………………… Hachís (2)
7 de Mayo……………………………………… Speed (3)
8 de Mayo……………………………………… Heroína (4)
9 de Mayo……………………………………… Cocaína (5)
10 de Mayo…………………………………… Valium (6)
11 de Mayo…………………………………… Éxtasis (7)
(8)
(1) Licor. (A causa de las dificultades para encontrarlo, me decido a utilizar con alcohol local). Problemas para conectar mentalmente con mi estado físico. Resistencia interna. Incapacidad para confiar en mis reflejos y mi visión. Camino torpemente entre extrañas ocurrencias.
(2) Hachís. Movimientos lentos. Conciencia de cada músculo de mi cuerpo. Cada pequeña cosa se transforma en algo muy divertido. Hablo sin emitir sonidos. Camino con mis ojos cerrados. Un sándwich de fiambre me sabe a gloria.
(3) Speed. Paranoia deambulatoria. Pies fríos. Me dan miedo los signos de mi propia presencia y evito cualquier tipo de encuentro. Mientras camino, siempre tengo algún elemento familiar de la ciudad a la vista.
(4) Heroína. Sentimiento interno de calor que me ayuda a romper el hielo y a sentirme en sintonía con el lugar. Secuencias de imágenes frías mientras camino a lo largo del Danubio. Los efectos se desvanecen rápidamente, pero regresan al final del día. Respiración dificultosa durante la noche.
(5) Cocaína. Conciencia de un cambio de estado que no es seguido de ninguna respuesta visual. Aumento de la capacidad auditiva. Ausencia de apetito, disminución de las ganas de fumar. Por las noches, nauseas y sed.
(6) Valium. Debilidad. Astenia. Indiferencia al contexto. Fumo regularmente. Frecuentes deseos de orinar y vómitos ocasionales. Mientras camino, recuerdos agridulces vienen a mi mente en intervalos regulares.
(7) Éxtasis. Visiones resplandecientes e impulsos eróticos. Mis zapatos se mueven y siento la necesidad de caminar. En todo lo que me refugio se mueve, no física pero conceptualmente. Me siento como el centro del mundo.
(8) Al día siguiente sigue un periodo de depresión. Entiendo los motivos, pero no puedo evitar hundirme en él.
Podría ser una buena idea hacer narcoturismo en Estambul. ¿Visitar Santa Sofía puesto de Rakı? ¿Revivir en un Kıraathane la época en la que existían en Estambul fumaderos de opio…? Estoy seguro que hay posibilidades infinitas de ver la ciudad desde otra perspectiva, esa que echamos tanto de menos los que vivimos aquí. Así que os animo a hacerlo. Aunque antes habría que encontrar un buen dealer, ¿conoceis a alguno?
La fotos son de la acción de Alÿs. Aquí el documento original de la obra.
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