¡Cuántas veces no habré escuchado esta frase durante mis clases de turco! “El turco no es difícil sino diferente”, ¿pero será esto posible, me pregunto? ¿No es acaso difícil lo que difiere de nuestros conocimientos?
De acuerdo, hay cosas y personas muy diferentes a nosotros y no por ello son difíciles de entender. Además, tampoco hay que tomar la frase al pie de la letra. Ya sabemos que estas afirmaciones son las típicas patrañas que utilizamos los profesores para mantener alta la motivación el alumnado (no es plan de decir la verdad: que por mucho que nos esforcemos no vamos a hablar turco en nuestra vida). Pero aunque me resista a admitirlo, mis profesores tienen algo de razón al decirnos esto. El turco que (según ellos) noesnadadifícilperobienextraño, termina resultando esencialmente simple (o tal vez simplemente esencial.) Sino fuera así ya habría desistido de aprenderla, no lo dudéis.
De acuerdo, hay cosas y personas muy diferentes a nosotros y no por ello son difíciles de entender. Además, tampoco hay que tomar la frase al pie de la letra. Ya sabemos que estas afirmaciones son las típicas patrañas que utilizamos los profesores para mantener alta la motivación el alumnado (no es plan de decir la verdad: que por mucho que nos esforcemos no vamos a hablar turco en nuestra vida). Pero aunque me resista a admitirlo, mis profesores tienen algo de razón al decirnos esto. El turco que (según ellos) noesnadadifícilperobienextraño, termina resultando esencialmente simple (o tal vez simplemente esencial.) Sino fuera así ya habría desistido de aprenderla, no lo dudéis.
Una prueba de esta simplicidad es que en el diccionario la parte dedicada al español/turco es mucho más extensa que la de turco/español, lo que parece demostrar que el turco tiene un léxico significativamente más limitado que el castellano. La palabra saat, por poner un ejemplo, puede traducirse a nuestro idioma como hora, reloj, contador, taxímetro y horario. Maravilloso, ¿no? Y encima si le añadimos algún sufijo podemos variarla y decir relojero y relojería (en turco es la misma palabra: saatçi ) o –al introducir la terminación «mak» propio de los verbos–, “dar la hora”. De acuerdo, saat no se parece a nada que hayamos oído antes y, por muy polisémica que sea, igual habrá que memorizarla. Pero al menos, mientras lo intentamos confundiéndola con zat (persona) o sat! (¡vende!), podremos pensar en su enorme rentabilidad gramatical.
Esta simplicidad léxica se aplica también a la estructura de la lengua. Siguiendo con la hora, saat kaç (literalmente “hora cuanta”) significaría en español “qué hora es”. Es evidente que no sólo la diferencia entre ser y estar es una complejidad innecesaria, sino que el mismo verbo “ser” puede eliminarse sin problemas. Además, cambiando el orden de los elementos de esta frase (kaç saat) también variamos su significado (“cuantas horas” en español). ¿Diferente? Sin duda. ¿Difícil? No sé qué decir.
Esta simplicidad léxica se aplica también a la estructura de la lengua. Siguiendo con la hora, saat kaç (literalmente “hora cuanta”) significaría en español “qué hora es”. Es evidente que no sólo la diferencia entre ser y estar es una complejidad innecesaria, sino que el mismo verbo “ser” puede eliminarse sin problemas. Además, cambiando el orden de los elementos de esta frase (kaç saat) también variamos su significado (“cuantas horas” en español). ¿Diferente? Sin duda. ¿Difícil? No sé qué decir.
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Categorías:Lugares, Oriente Medio, Turquía
Comentarios dignos de un profe en toda regla. Y no me creo que no hables ya algo de turco. Nadie pide que escribas una novela (de momento puedes empezar con haikus).La motivacion nace o se hace?Nos vemos en breve y me cuentas.au!
Merhaba,Choqué con tu blog como me ocurre con casi todas las cosas que después me resultan fructíferas e interesantes. Tu blog lo es, sin duda, y, como amante de Turquía y de İstanbul que soy voy a seguirlo. Como aprendiz del idioma voy gozarlo. Çok teşekkür ederim ve iyi bayramlar !!Görüşürüz
…pues el otro día tuve mi primera conversación en turco con una viejita! (de dónde eres, en qué trabajas…) Son este tipo de cosas las que motivan a seguir con un idioma que es un pelín rayante y con el que no puedes llegar muy lejos (bueno, Turkmeistán está lejos, pero ya sabéis a qué me refiero.) al menos veo que no soy el único en intentarlo… Hoş geldiniz, Enric, me alegra que te parezca interesante todo esto.Görüşürüz.
Perdona que comente tan tarde esta entrada de tu blog. El otro día, de visita a la familia alemana que me acogió, reflexionábamos sobre los idiomas y la degeneración (o no) que sufren estos. La madre alemana argüía que cada se habla peor, la gente se expresa con menos vocablos y se está perdiendo la riqueza de la lengua. Ponía como ejemplos las cartas que se escribían hace siglos y la simplicidad de los sms hoy en día. Yo no estoy de acuerdo, pues hay que tener en cuenta que la gente que escribía cartas en el S XVIII eran auténticos eruditos. La mayoría no sabía ni escribir. Y hoy en día, aunque la mayoría puede expresarse a través del lenguaje escrito, no saben ESCRIBIR. Para eso hace falta un conocimiento de la lengua extensísimo y por supuesto, talento. Y yo creo que sigue habiendo gente con esa capacidad, incluso hay más que antes. Tú que opinas?
Pues no sé qué decirte. He leído que en el lenguaje oral utilizamos una mínima parte del vocabulario. Creo que algo así como el 70 u 80% de todo lo que decimos lo constituyen un número muy reducido de palabras. en el lenguaje escrito esto cambia y la riqueza de vocabulario es mucho mayor.Creo que lo de que antes dices de que antes la gente era analfabeta y ahora más o menos igual es verdad. Sobre todo si vemos como va la educación. Yo sin embargo no creo que se esté perdiendo la riqueza de la lengua sino que ésta evoluciona, como siempre. ¿O es que deberíamos seguir hablando latín?