Batumi es la segunda ciudad más grande de Georgia y la capital de la República Autónoma de Ayaria, región limítrofe a Turquía que contiene la mayor población de musulmanes del país. Esta Barcelona georgiana (por definirla de alguna manera) es también repositorio de algunas de las arquitecturas más delirantes de todo el Cáucaso. A continuación podéis encontrar una guía para acercaros a sus edificios más notables.
Aunque Batumi es una ciudad antiquísima y en algún momento perteneció a la mitológica región de la Cólquide (si no tenéis ni idea de lo que os hablo leed cuanto antes las Argonáuticas, de Apolonio de Rodas), lo cierto es que su primer desarrollo urbano data de finales del siglo XIX, bajo el dominio ruso. Sus calles amplias y en cuadrícula, tan similares a las ciudades eslavas, esconden aún un buen número de edificios europeos, muchos de ellos de marcado estilo modernista. Tal vez los más llamativos se encuentren alrededor de la plaza de Europa, dominada precisamente por una escultura de Medea, la perversa esposa de Jasón que mató a sus propios hijos para castigar las infidelidades de su marido.
Tras los dramáticos cambios que se produjeron en la región durante la Primera Guerra Mundial, y tras un breve periodo controlada por Turquía e Inglaterra, Batumi volvió otra vez a ser parte de Rusia, que en aquel entonces había mutado en la URSS. Aunque Georgia ha tratado por todos los medios de dejar atrás su pasado soviético y separarse lo más posible de Rusia, hay algunas calles de Batumi que aún conservan cierta atmósfera comunista, sobre todo algunas moles que recuerdan a las que se construyeron en la costa española durante los últimos años del franquismo.
Como para el resto de las Repúblicas soviéticas, los años noventa trajeron la libertación del yugo ruso. Al menos en teoría. A pesar de tener dos provincias rebeldes apoyadas por Rusia, lo cierto es que Georgia es ahora una república independiente, y se siente emocionalmente tan cerca de Europa que hasta participa en el festival de Eurovisión. Los últimos años ha traído también un crecimiento desmesurado del turismo, y es que los rusos adoran las frías aguas del mar Negro y los turcos sus casinos y su alcohol barato. La pujanza económica ha permitido levantar aún más llamativas arquitecturas y el skyline de la ciudad se ha ido completando con extrañas obras como la torre Alfabética, un homenaje al curioso alfabeto georgiano construida por la arruinada empresa española CMD ingenieros, y la torre de la Universidad Tecnológica. Esta última aparece a la izquierda de la foto y es fácil de reconocer, ya que es una copia en miniatura del Empire State. Si uno se fija bien puede ver en su fachada una noria dorada, una excentricidad de altísimo nivel. A pesar de su nombre, el edificio nunca ha servido de sede de ninguna universidad y su futuro pasa por ser un hotel más de la ciudad.
Sin embargo, si uno quiere conocer aún más la arquitectura delirante de Batumi, os recomiendo recorrer el inmenso paseo marítimo, mejor con una bicicleta porque es desmesuradamente largo. Allí encontrareis los edificios más insólitos que podáis imaginar: un restaurante que es una casa al revés, torres italianas, un templo griego y hasta apartamentos con motivos egipcios. Y entre todas estas horteradas, la que es tal vez la joya de la arquitectura moderna de la ciudad, un increíble McDonald’s de cristal en el que, ya puestos, uno puede hacer un descanso a este inusual día de turismo.
En verdad tus posteos son geniales, maravillosos, puedo viajar con la imaginación.
Mucha información interesante.
Gracias!
(Volveré a releer tu post)
María Teresa.
Gracias, María. Me alegra que lo encuentres interesante.
Que rabia, estuve dos días y no vi el McDonalds!!
Un sitio sorprendente. ¡Hasta me comí una hamburguesa y odio la comida basura! 😉